El equilibrio entre trabajo y vida privada se suele definir como la cantidad de tiempo que pasamos en el trabajo en comparación con el que dedicamos a la familia y las relaciones sociales, pero también a la salud y a la búsqueda de nuestros intereses personales.

En otras palabras, la conciliación laboral se refiere a nuestra capacidad de equilibrar la esfera personal con la profesional para mantener un equilibrio que garantice nuestro bienestar psicofísico.

En los últimos tiempos, el tema de la conciliación de la vida laboral y familiar se ha hecho más popular debido al brote de Covid-19 y a la necesidad de trabajar desde casa (smartworking). 

De hecho, esto ha hecho que los límites entre la vida privada y la vida laboral sean más difusos.

Estudios científicos han demostrado que mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal es crucial para mantener un buen nivel de bienestar físico, emocional y mental, reducir el estrés y mejorar la productividad. 

De hecho, varios estudios científicos han demostrado cómo el exceso de trabajo puede provocar trastornos del sueño y de la memoria, depresión, diabetes, enfermedades cardiocirculatorias, accidentes cerebrovasculares.

Incluso sin llegar a las consecuencias más graves para la salud, el riesgo de alcanzar una condición de burnout es en cualquier caso muy elevado. El burnout es un estado de completo agotamiento psicofísico debido al estrés crónico relacionado con el contexto laboral. 

No existe una interpretación única del concepto de conciliación de la vida laboral y familiar.  Algunas, de hecho, se centran en la idea de un reparto equitativo de los recursos que hay que dedicar a la familia y al trabajo (en términos de tiempo, energía, grado de satisfacción).

En esta definición se hace hincapié en la separación de la esfera personal de la laboral y ambas esferas parecen oponerse en la competición por nuestro tiempo.

Este enfoque podría ser más adecuado para los empleados

En otras interpretaciones más recientes, sin embargo, se prefiere hablar de integración trabajo-vida, para subrayar que no se trata de aspectos separados y opuestos de la vida, sino de aspectos que pueden estar en sinergia entre sí y que, si se combinan armoniosamente, cada uno contribuye al bienestar de la persona. 

Desde un punto de vista gráfico, este enfoque de la integración vida-trabajo podría representarse mediante un diagrama de Venn.

Este enfoque podría ser más adecuado para los autónomos

• Permiso de paternidad: al menos 10 días laborables retribuidos en el momento del nacimiento de un hijo.
• Permiso parental: derecho individual de al menos 4 meses de los cuales 2 son retribuidos 
• Permiso para cuidadores: los trabajadores que se ocupen de familiares que necesiten cuidados o apoyo por un motivo grave de salud pueden disfrutar de 5 días laborables al año.
• Modalidades de trabajo flexible: los padres trabajadores de hasta 8 años o más y los cuidadores tienen derecho a solicitar las siguientes modalidades de trabajo flexible: reducción de jornada, horario flexible, lugar de trabajo flexible

Conoce tus derechos…

Tip! Compruebe siempre cuáles son las prestaciones y subsidios para la crianza a los que tiene derecho en la sección de bienestar de la página web de su región o de su municipio, o diríjase directamente a la ventanilla de bienestar de su ciudad (por ejemplo, servicio de comedor escolar, vales para guarderías, etc.).

En esta unidad te guiaremos a través de una estrategia de 3 pasos para construir un nuevo equilibrio entre la vida laboral y personal adaptado a tus necesidades, mediante una reevaluación de tu día típico y de la forma en que empleas tu tiempo, con el objetivo de liberar tus energías en los objetivos que más aprecias, sin abandonar tus responsabilidades diarias.

¿Preparados? ¡Empecemos!

Dedicar tiempo a comprender cómo influyen los distintos aspectos de nuestra vida cotidiana es el primer paso necesario para desarrollar una nueva integración entre el trabajo y la vida privada que responda a tus necesidades reales.

Algunas preguntas que puede hacerse son:

• ¿Estoy dedicando suficiente tiempo de calidad a lo que realmente quiero? 
• ¿Estoy dedicando suficiente tiempo y energía a personas o cosas que son significativas para mí? 
• ¿Todavía me siento alineado con mis objetivos profesionales o personales? ¿Por qué sí o por qué no?
•  ¿Dónde me siento más atascado? ¿Qué me hace sentir así en esta situación?

En la práctica: hazte con un diario e intenta anotar a diario durante al menos 2 o 4 semanas las actividades que realizamos, los acontecimientos, el tiempo que dedicas a cada actividad y cómo te hacen sentir: qué te da satisfacción y sentido, qué en cambio te deprime y te resta una energía preciosa.

Al reflexionar sobre estas cuestiones personales, escribir tus pensamientos y sentimientos te ayudará a identificar las áreas que crees que necesitan más ajustes. En última instancia, estas preguntas deberían ayudarte a arrojar más luz sobre tu situación vital actual.

Una vez recopilada esta información, puedes empezar a priorizar el tiempo que dedicas diariamente a las actividades que más satisfacción te producen y que más contribuyen a tus objetivos.

Paso #2: Reevaluar y redefinir prioridades

Una vez que tenga una idea más clara de dónde puede verse más afectado su equilibrio entre trabajo y vida privada, tendrá que redefinir sus prioridades y objetivos y reevaluar su enfoque general para alcanzarlos. Durante este paso, identifica qué es lo más significativo para ti y por qué, pero también considera alternativas para perseguirlos en tu vida.

Algunas preguntas que puede hacerse son:

• ¿Qué es realmente importante para mí y lo estoy haciendo lo suficiente? 
• ¿Dónde puedo hacer concesiones? ¿Dónde no puedo? ¿Dónde he hecho demasiados compromisos? 
• ¿Cuáles son las acciones alternativas que puedo emprender para asegurarme de que dedico suficiente tiempo y energía a mis objetivos y relaciones?
• ¿Dónde puedo combinar mis responsabilidades para poder cumplir más de una al mismo tiempo?

En la práctica:

I. Escriba la lista de sus tareas diarias recurrentes: Sé sincero y lleva un registro de cada actividad. Por ejemplo: desayunar, hacer la compra, ir andando al trabajo, contestar correos electrónicos, etc. La clave es obtener una imagen clara de cómo empleas tu tiempo.

Algunas preguntas que puedes hacerte: 

• ¿Qué haces en los distintos momentos del día?
• ¿Contribuye a algún objetivo mayor o sólo sirve para resolver imprevistos?
• ¿Has planificado tiempo para actividades no laborales o tiempo de ocio para cosas que te gustan?

IV. Prueba el nuevo programa de actividades durante al menos una semana: Con el nuevo programa en la mano, comprométete durante una semana. ¿Es factible? ¿Puedes seguirlo?

Aprende a decir ¡NO!

Aprende a decir no a compromisos, peticiones, eventos y actividades que no te "nutren" y que no contribuyen a tus objetivos. No se trata de ser egoísta, sino de ser consciente de uno mismo y de querer mantener el equilibrio para vivir en armonía contigo mismo.

¡Pide ayuda y aprende a delegar!

Es importante recurrir a personas de confianza: marido, abuelos, hijos (si tienen edad suficiente), jefe, colegas, colaboradores, amigos.

Si vives con alguien, compartir las tareas domésticas es una buena manera de reducir la carga de trabajo.

¡Respeta tu tiempo personal y pon límites!

Dale a tu tiempo personal la misma importancia y prioridad que al trabajo. Apaga el smartphone y el ordenador cuando cenes o pases tiempo con la familia o los amigos.

Del mismo modo, pide a tus amigos o familiares que no interrumpan tu jornada laboral, a menos que se trate de una emergencia.

¡Haz pequeños cambios!

Al intentar introducir cambios en la rutina diaria, es fácil caer en la tentación de fijarse objetivos demasiado ambiciosos y poco realistas, con el riesgo de frustrar nuestras buenas intenciones. Por ello, a la hora de poner en práctica nuevos buenos hábitos se recomienda:

• Comienza con pequeños cambios que aporten una pequeña mejora a su equilibrio entre vida y trabajo
• Intenta ser lo más constante posible en el nuevo hábito
• Empieza a poner en práctica los hábitos que pueden definirse como "claves" o aquellos que pueden tener un efecto impulsor sobre los demás que quiere poner en práctica: por ejemplo, si te has propuesto adoptar un estilo de vida más saludable y, por tanto, tienes la intención de hacer actividad física, comer mejor, dormir más y ser más productivo en el trabajo, puede bastar con empezar haciendo algo de ejercicio para estimular también otros buenos hábitos.

¡Busca condiciones de trabajo flexibles!

A menudo la presión de estar físicamente "en el trabajo" nos lleva a trabajar demasiado y a perder de vista el equilibrio que buscamos.

Aunque no es ni mucho menos perfecto, el trabajo a distancia o los horarios flexibles te permiten trabajar de la forma que más te convenga, planificar tu jornada en función de lo que necesites hacer y tener tiempo para actividades que tengan sentido para ti.

¡Concéntrate en una tarea cada vez!

Centrarte en una tarea cada vez te permitirá completarla más rápido y con menos errores. Concédete el tiempo y la concentración adecuados para poner más empeño en alcanzar tus objetivos y prioridades.

¡Olvídate del perfeccionismo!

Gran parte de lo que nos lleva a trabajar en exceso y a comprometer nuestro equilibrio entre vida laboral y personal es la necesidad de hacer nuestro mejor trabajo. Pero sobre todo es la creencia compulsiva de que, si no nos comprometemos más allá de las expectativas, fracasaremos, seremos penalizados o incluso perderemos nuestro empleo. El problema es que los perfeccionistas ven los errores como fracasos personales, en lugar de como una parte natural de nuestro aprendizaje y crecimiento. Para romper el círculo del perfeccionismo, algunos psicólogos aconsejan:

• Toma conciencia de este diálogo negativo contigo mismo y sé más compasivo contigo mismo.
• Tómese el tiempo necesario para saber si los objetivos y las expectativas que se ha fijado son realmente factibles.
• Hable con alguien sobre sus miedos irracionales a fracasar.

¡Desconecta!

¿Has oído hablar alguna vez del derecho a desconectar?

Resumiendo: cuando trabajas trabajas y cuando acabas... ¡Has terminado! Especialmente para quienes hacen smartworking, es importante trazar una línea: estar en casa no es excusa para estar siempre conectado y disponible las 24 horas del día. He aquí algunos consejos:

• Oblígate a no usar pantallas antes de acostarte: usar el smartphone o el PC antes de acostarte retrasa el reloj biológico de tu cuerpo, lo que significa que es más difícil conciliar el sueño o alcanzar el estado REM de sueño más profundo y reparador. Intenta establecer la norma de no utilizar pantallas en las 2 horas previas a irte a la cama.
• Ajusta la configuración de notificaciones de tu smartphone: Despertarte con el teléfono lleno de notificaciones o ser bombardeado constantemente con correos electrónicos, chats, redes sociales o llamadas significa que nunca estás realmente "fuera del trabajo". Puedes desactivarlas por completo o cambiarlas al modo silencio.
• Busca otras fuentes para tus noticias o información: muchos caemos en la trampa de necesitar sentirse informados de todo lo que ocurre en el mundo. Pero el ciclo de noticias nunca se detiene, y tratar de ponernos al día conduce a una sobrecarga de información y a un aumento del tiempo dedicado a actividades "no laborales". Para recuperar el equilibrio, intenta encontrar fuentes de "noticias lentas", como libros y revistas, que no te hagan sentir que siempre te estás perdiendo algo.

Después de entender qué es el equilibrio entre la vida laboral y personal, por qué es importante para nuestras vidas y qué estrategias podemos poner en práctica, siempre es bueno recordar que el equilibrio entre la vida laboral y personal no es un estado que se alcanza de una vez por todas. Por el contrario, es un camino, un equilibrio que hay que restablecer cada vez que se produzcan cambios o cambien nuestras necesidades.

Sin embargo, es cierto, como afirman diversas teorías psicológicas, que cuanto mayor sea la presencia y la inversión en ámbitos diferenciados de nuestra existencia, mayor será la calidad global de nuestra vida y, en consecuencia, nuestro bienestar.  Para ello, necesitamos experimentar en distintas áreas, y no sólo en la laboral o familiar.

Conciliación de la vida laboral y familiar
The amount  of time we spend at work compared to what we spend on family, social relationship, health and on the pursuit of our personal interests.

Derechos
Una serie de prestaciones y subsidios establecidos por ley para distribuir mejor las responsabilidades familiares y de cuidados entre mujeres y hombres.

Priorizar
Redefinir tus prioridades, separando lo que es urgente y/o importante de lo que no lo es (la matriz de Eisenhower es una buena herramienta para hacerlo).

Smartworking
Es un modo de ejecución del trabajo que no tiene limitaciones precisas de tiempo y lugar y se realiza mediante herramientas tecnológicas.