La pandemia de COVID19 no sólo nos ha mostrado la indiscutible importancia del smart  working y el teletrabajo para preservar los puestos de trabajo y mantener vivas las economías, sino que también ha dejado claro que cada uno de nosotros debe aprender (rápidamente) a confiar en sí mismo más que en los factores externos.

El objetivo de este módulo es llamar la atención sobre varios puntos importantes: autoeficacia, automotivación, concentración, productividad, y cómo podemos mejorar nuestras habilidades y aprender a caminar o jugar en el trabajo, que a veces puede ser desafiante, aburrido o extenuante, por nosotros mismos, sin factores externos de motivación y la presión inmediata de un entorno de trabajo tradicional.

La importancia de la autoeficacia y la capacidad para mantenerse motivado incluso en contextos adversos, concentrarse, establecer y alcanzar objetivos está ampliamente reconocido y es especialmente importante en entornos altamente emprendedores.

El Marco Europeo EntreComp enumera la autoeficacia y la motivación entre las 15 competencias principales del emprendimiento.

 La autoeficacia está enumerada en EntreComp bajo el área de recursos, en el hilo “cree en tu capacidad”, diferentes niveles de competencias.

 Consejo: hay módulos de formación SWIFT dedicados a ayudarte a tener un mejor conocimiento de los marcos de la UE.

El concepto de autoeficacia no es nuevo, siendo propuesto por primera vez en 1977 por el profesor y psicólogo de Stanford, Albert Bandura. Él define la autoeficacia en su trabajo como ‘el conjunto de creencias de una persona que determinan su capacidad para ejecutar un plan de acción en situaciones futuras.’’

Más investigaciones muestran que la autoeficacia puede ser especialmente relevante en el contexto del smart working, que requiere un mayor nivel de autonomía laboral y un mayor comportamiento creativo, resistencia al estrés, y autodisciplina.

Ahora más que nunca, con todos los cambios del nuevo paradigma del trabajo, las personas necesitan ser capaces de hacer frente a  la incertidumbre, el estrés, fijar sus propios objetivos, automotivarse, tomar decisiones, aprender y adaptarse sobre la marcha.

Con un alto nivel de autoeficacia, las posibilidades de cumplir con los objetivos aumentan, así como la dificultad de los retos que te propones. En lugar de asustarte por las tareas difíciles, la falta de indicaciones y el feedback inmediato, aprendes a ver algo que quieres dominar en lugar de algo que quieres evitar.

Albert Bandura señaló 4 fuentes desde las cuales los individuos interpretan la información para construir su autoeficacia: resultados de rendimiento, experiencias vicarias, persuasión verbal y retroalimentación fisiológica.

Una fuente adicional que no hay que descuidar, las experiencias imaginada o la visualización, es expuesta más adelante por James Maddux.

Resultados de rendimiento

Es más fácil creer que vas a lograr el éxito en una tarea cuando tienes resultados positivos previos en otras tareas similares.

Hacer una lista de situaciones que hiciste bien en tu trabajo o cuando asumiste nuevos retos te ayudará a mejorar tu confianza. Aunque puedas no encontrarte exactamente con la misma situación, busca atentamente las similitudes.

Experiencias vicarias

También es más fácil creer que puedes cumplir con algo cuando ver a alguien similar a ti haciéndolo..

Cuando asumas un reto nuevo para ti, mantén un ojo en tus compañeros, amigos, o personas con posiciones/habilidades similares de otras empresas. Si ellos lo hicieron, lo más probable es que tú también puedas hacerlo.

! Mantente objetivo: a menudo tendemos a sobrevalorar las cualidades de otras personas sólo porque se han atrevido a hacerlo, o viceversa, a sobrevalorar nuestro propio nivel de competencia, normalmente cuando no somos lo suficiente competentes como para darnos cuenta de que estamos equivocados.

Persuasión verbal

Que otras personas nos animen y nos convenzan de que tenemos las cualidades necesarias para completar las tareas también es un estímulo y una fuente de autoeficacia.

Aunque el simple hecho de que se te asigne una tarea normalmente implica que aquel que te eligió cree en tu capacidad para completarla satisfactoriamente, puedes pedir feedback a tus compañeros u otras personas importantes como mentores o supervisores. Escucha solo a aquellos que realmente tengan las habilidades necesarias como para darte una opinión asesorada. Mantente lejos de personas negativas o de aquellas que podrían tener razones para desanimarte. Proporciona ánimos a otros cuando sea posible y razonable.

Retroalimentación fisiológica

Los estados emocionales y fisiológicos pueden influir en la forma en la que percibimos nuestra capacidad de rendimiento. La depresión o la enfermedad, por ejemplo, pueden hacernos juzgar negativamente nuestra autoeficacia, mientras que los estados positivos (sentirse feliz/enérgico) nos harán sentir que podemos hacer cualquier cosa.

 Aprende a tener en cuenta estos elementos a la hora de juzgar tu propia capacidad para completar las tareas e intenta ser lo más objetivo posible. Recuerda que nada es eterno. Tarde o temprano saldrás de cualquier situación o estado. Si por si mismo un estado negativo limita tus capacidades para completar tus planes, recuerda que es solo temporal y no define tu nivel real de competencia.

Experiencias imaginadas

También conocido como visualización, implica imaginarse a sí mismo realizando y completando con éxito una tarea determinada, y es la quinta vía para aumentar la autoeficacia. Se utiliza ampliamente de forma intencionada o no intencionada por las personas de alto rendimiento, incluidos los deportistas de alto rendimiento.

Por supuesto, tendrás que seguir esforánzote, pero estarás mentalmente preparado para aguantar lo que venga.

‘La automotivación es el estado interno que nos ayuda a iniciar, continuar o terminar una conducta.’ (Berkley Well-Being Institute)

Ejemplos de automotivación:

• Empezar y completar tareas a tiempo sin la necesidad de supervision externa o presión.
• Mantener la concentración en lo que tenemos que hacer el tiempo suficiente como para lograr nuestros objetivos
• Iniciar nuevas acciones o proyectos incluso si no estamos obligados a ello

¿Por qué la automotivación es importante para los smart workers?

El smart working se define por altos grados de flexibilidad y autonomía.

Mientras en un entorno clásico de trabajo tendemos a adaptar nuestro estilo de trabajo y ritmo al de los compañeros, o a las exigencias inmediatas de los superiores, como smart workers somos libres de organizar nuestro trabajo y nuestras prioridades, el entorno laboral es más fluido y el grado de control externo es mucho menor.

Suena muy bien, pero no es tan fácil: a menudo tenemos que esperar más tiempo para recibir información y no hay nadie que nos divida las tareas difíciles en trozos pequeños.

Cuando tienes opciones (p.ej. elegir en qué quieres trabajar, cuándo, dónde y por cuánto tiempo) es más difícil mantener un ritmo que garantice los resultados esperados.

 Además, estás expuesto a varios distractores o tentaciones (p.ej. redes sociales, trabajo intenso, soñar despierto, tareas del hogar), y más propenso a los comportamientos evasivos (procastinación, hacer un trabajo que no es significativo/necesario o que no es relevante por el momento, solo para evadir lo que realmente tienes que hacer).

Aunque puedas sentir que trabajas más horas, en realidad te encuentras con que consigues hacer menos cosas o te saltas constantemente los plazos.

Encontrar tu “por qué” interior te ayuda a mantenerte centrado, a hacer lo que tienes que hacer y también a ahorrar tiempo para hacer lo que realmente tiene sentido para ti.

Beneficios de la automotivación:

• Mejora de la capacidad de concentración sin gastar energía innecesariamente (como ocurre cuando tienes que “forzarte” a hacer las cosas);
• Es posible que empieces a disfrutar de tu trabajo por ti mismo;
• Niveles de estrés reducidos;
• Rendimiento y productividad mejorados;
• Un sentido general de bienestar y realización.

Qué mejora la automotivación:

• Fijar objetivos inteligentes (desde objetivos diarios a objetivos más amplios, de la vida)
• Entender que tienes el control
• Mejorar tu nivel de competencia (establecer tiempo para aprender nuevas habilidades o mejorar las ya existentes constantemente)
• Gratitud (¿cuánta gente querría estar en tu lugar y hacer el trabajo que haces?)

Más y más estudios vienen a confirmar el hecho de que el smart working y el trabajo remoto impulsan la productividad.

Aparte de la reticencia y la resistencia al cambio, muchas personas parecen disfrutar del trabajo inteligente, especialmente en una fórmula híbrida.

Sin embargo, hasta que se formen nuevos hábitos, y las empresas aprendan a apoyar y entrenar mejor a sus empleados, es posible que haya algunos retos que quieras abordar mientras trabajas de forma autónoma: como se ha subrayado en las secciones anteriores, tienes que confiar más en ti mismo para hacer las cosas correctas en el momento adecuado, aunque no tengas ganas de hacerlo o estés más expuesto a las distracciones.

No existe una receta del éxito universal que se adapte a las particularidades de cada smart worker. Vístete, maquíllate, o no lo hagas si eso te ayuda a hacer más (y mejor).

Como smart worker, lo más probable es que ya operes en un entorno rico en conocimientos, y estés familiarizado con la búsqueda de tu propio camino.

Sin embargo, hay algunas ideas que puedes tener en cuenta y adaptar a tus necesidades específicas.

Fijación de objetivos

Ayuda a saber exactamente lo que quieres cumplir y en qué plazo de tiempo. Algunas personas están más motivadas cuando fijan objetivos dirarios. Otras podrían sentirse más cómodas trabajando con objetivos más amplios(p.ej. objetivos de proyecto).

Qué hay que tener en cuenta a la hora de fijar los objetivos del trabajo

• Los objetivos generales del equipo (si eres parte de un equipo)
• Tus objetivos vitales más amplios
• Tu ritmo natural de trabajo (si prefieres trabajar de forma constante, a un ritmo uniforme, o tiendes a trabajar en ráfagas de energía);
• Cuándo alcanzas tu nivel máximo de energía a lo largo del día
• Planificar el tiempo para descansar, desconectar, aprender
• Tiempo de calma para establecer y revisar los objetivos
• No obligar la regla del 80/20 (también conocida como Principio de Pareto, que afirma que el 80% de los resultados provienen del 20% de nuestras acciones).

Juegos de productividad

A veces nos sentimos motivados a realizar tareas o asumir proyectos por el mero hecho del reto. Porque sabemos que lo que tenemos que hacer es importante, o es difícil y complejo y depende de nosotros hacerlo; nadie más puede hacerlo mejor.

Sin embargo, hay ocasiones en las que nuestro trabajo puede ser aburrido o monótono, o está por debajo de nuestro nivel de habilidad, pero aun así tenemos que hacerlo. En un entorno de trabajo normal podría ser más fácil hacerlo debido a la presión externa. Pero como smart worker tendrás que encontrar formas de motivarte a ti mismo.

Si tu trabajo no es lo suficientemente exigente a veces, haz que lo sea: se sentirá más agradable.

Ejemplos de este tipo de desafíos:

• ¿Cuánto de X trabajo puedo completar en 30 minutos/1h/día?
• ¿Cómo de rápido puedo completar X?
• ¿Puedo encontrar una forma más fácil de hacer X (p.ej. automatizar)?
• ¿Hay alguna forma de que X pueda hacerse mejor en el mismo tiempo?

Concentración

‘la capacidad de un individuo de dirigir su esfuerzo mental a la información más relevante del entorno’. (Center for Performance Psychology)

La concentración es una habilidad que puede ser mejorada con la práctica apropiada y perseverancia. Aunque a algunas personas les resulte más fácil concentrarse que a otras en distintas situaciones, esto no significa que no se pueda hacer nada al respecto.

La capacidad de concentración depende de múltiples variables (mentales, físicas, ambientales) y fluctúa en el tiempo.

Distracciones

• Externas:
  • Redes sociales
  • Multitarea
  • Responder emails (a no ser que tu principal trabajo sea ese)
  • Chatear con compañeros
  • Tareas domésticas
• Internas: sobre o infraestimulación, autoconversación negativa, problemas sin resolver, preocupación, fatiga.